Ser Importante

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El deseo de ser grande
El deseo de ser importante


Grandes estudiosos como Sigmund Freund y John Dewey han concluido en que esas entre otras cosas, son las que mas quiere la gente, “el deseo de ser importante” y aunque pocas veces se ve satisfecho.

Leí en una revista que un 30% de dementes en los manicomios no tenían una causa exacta de porque habían perdido la cordura, solo que en su locura vivían en un mundo perfecto, matrimonios felices, la gente los admiraba y quería, y hasta podían darse el lujo de firmar cheques por millones de dólares y despreciar citas con Angelina Jolie, pero imagínense si tuviéramos ese poder de darle importancia a esas personas sin llegar a la demencia.

Al fin y al cabo es ese deseo de importancia lo que impulso al hombre a transformar al mundo hasta el modo que hoy esta y lo que nos distingue de los animales.

Ese deseo de sentirse importante fue lo que llevo a un pobre empleado de una tienda de comestibles, un mozo sin recursos y sin educación, a estudiar unos libros de derecho que había encontrado en el fondo de un barril, con los restos de una casa desecha que había comprado por cincuenta centavos, quizás haya oído hablar de ese mozo el lector se llamaba Lincoln.

“Nada hay que mate tanto las ambiciones del hombre como las criticas de sus superiores. Yo jamás critique a nadie. Creo que se debe dar al hombre un incentivo para que trabaje. Por eso siempre estoy deseoso de ensalzar, pero soy remiso para encontrar defectos, si algo me gusta soy caluroso en mi aprobación y abundante en mi elogio”
Esto es lo que dice Schwab, pero ¿Qué hace la gente comun?. Precisamente lo contrario .si alguna cosa no les gusta, arma un escándalo; si le gusta no dice nada.

“En mi amplia relación con la vida, en mis encuentros con muchos grandes hombres en diversas partes del mundo, no he encontrado todavía al hombre por grande que fuere el o elevadas sus funciones, que cumpliera mejor su trabajo y realizara mayores esfuerzos dentro de un espíritu de aprobación que dentro de un espíritu de critica”.

Entonces hablamos de apreciar a la gente por sus logros, cambios probablemente para nosotros no signifiquen mucho pero para ellos si quizás demasiado; y que nosotros lo percibamos y apreciemos será suficiente para ganarnos el cariño de la gente.

Claro que una cosa es apreciar sinceramente y otra elogiar para obtener algo a cambio, entonces allí si quedamos mal. Por que sino todos elogiaríamos y seriamos contentos pero la mayoría de gente solo adula egoístamente y eso trae malos resultados.

Solemos pensar en nosotros un 95% de veces al día y si usáramos un poco de ese tiempo en pensar en los demás encontraríamos sus buenas cualidades y no tendríamos que elogiar con la boca solamente sino también con el corazón.

“Seamos calurosos en la aprobación y abundantes en el elogio , y la gente acogerá con cariño nuestras palabras, las atesorara y las repetirá toda una vida, años después de haberlas olvidado nosotros”.

Aprendamos de Dale Carniege que en su epitafio hizo escribir: “Aquí yace un hombre que siempre supo rodearse de hombres mas hábiles que el”. Y en vida decía:”todas las personas son mejores que yo en algún sentido y en ese sentido aprendo de ellas”.

Baila…